Para llegar a esta conclusión los investigadores analizaron 11 hombres sanos no obesos, con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, quienes participaron en dos ensayos aleatorios donde midieron la función arterial de la arteria femoral, la más grande del muslo, cada 60 minutos. En el primero de ellos, los participantes estuvieron sentados durante 3 horas sin mover ni un ápice sus piernas. En el segundo, también se pidió a los voluntarios que permanecieran sentados durante 3 horas pero con la salvedad de caminar sobre una cinta de correr durante 5 minutos cada hora.
El análisis de los datos de ambos experimentos dio como resultado que en el experimento en el que permanecieron todo el tiempo sentados, la dilatación y expansión de las arterias de los participantes sufrió una disminución de hasta un 50% en la función arterial tan sólo después de la primera hora de inactividad. En el segundo experimento, sin embargo, no hubo disminución de la función arterial en ningún momento, concluyendo que el aumento en la actividad muscular, mediante la caminata de 5 minutos cada hora, ayudó al flujo sanguíneo y, por tanto, a la función arterial de las piernas.
Teniendo en cuenta que, por lo general, permanecemos sentados en el trabajo aproximadamente 8 horas al día, “el deterioro de la función endotelial es significativa después de sólo 1 hora de estar sentado. Hemos demostrado que estar mucho tiempo sentado altera la función endotelial, que es un marcador precoz de enfermedad cardiovascular, y que la ruptura del tiempo sentado impide la disminución de esa función. Es interesante ver que la actividad física ligera puede ayudar a prevenir este deterioro”, afirma Saurabh Thosar, líder del estudio.
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