Cada 12 de Octubre, se conmemora el Descubrimiento de América, realizado por Cristóbal Colón en el año 1492. Con él se abre uno de los más complejos capítulos de la historia universal. Involucra a la naciente sociedad moderna europea y sus viajes de exploración, a las civilizaciones originarias de América, y el inicio de un imperio colonial que duraría siglos. Y -en medio de todo esto- un navegante con un proyecto arriesgado y un destino que nadie hubiera previsto: el Descubrimiento de un Nuevo Continente.
Este descubrimiento cambió el curso de la historia, y aunque resulta difícil pensar o saber qué hubiera pasado si Colón hubiera seguido otra ruta, parece claro que el descubrir América supuso gran riqueza para Europa, aunque pocos o ninguno fueron los beneficios para los que por aquel entonces poblaban aquellas tierras.
Al margen de la conquista de los territorios de América, cabe añadir que la llegada de europeos supuso además un colapso demográfico de la población indígena, debido principalmente a los genocidios indiscriminados, o la llegada de enfermedades epidémicas ante las que los indígenas carecían de defensas biológicas.
Antes de hablar del este importantísimo personaje histórico es necesario aclarar algo que muchas veces es pasado por alto. Los expedicionarios que viajaron con Cristóbal Colón no fueron los primeros europeos en llegar a América. Varios siglos antes los marinos vikingos habían navegado las costas de América del Norte. Sin embargo, para el siglo XV ya habían desaparecido sus asentamientos.
El siglo XV fue una época de difíciles pero paulatinos avances en la exploración del mundo, motivados por encontrar rutas comerciales alternativas para llegar a las Indias.
De hecho podemos decir que provocaodo por las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, los europeos occidentales se vieron forzados a buscar rutas alternativas a Asia.
Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.
En este contexto, Cristóbal Colón, presentó a la corona de Portugal un proyecto para llegar a las Indias desde el Oeste.
Los portugueses le rechazaron, debido a que sus navegantes estaban logrando importantes avances en sus viajes por la costa de África. Una ruta más confiable que una navegación atravesando el desconocido e inhóspito océano. Su proyecto era una verdadera aventura sin ningún tipo de garantías.
Fue entonces, con el rechazo de los portugues que Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofrece a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.
Como los Reyes Católicos estaban en desventaja respecto de los portugueses en la competencia por llegar a las Indias. Así es como los Reinos de Castilla y Aragón deciden apoyar el proyecto de Cristóbal Colon. Sin embargo, su concreción se demoró siete años porque, hasta 1492, su principal objetivo fue expulsar a los musulmanes de la península.
En abril de 1492, los Reyes Isabel y Fernando firmaron junto a Colón un acuerdo, las Capitulaciones de Santa Fe. En ellas se establecía que Colón recibiría el Almirantazgo perpetuo, el Virreinato y la Gobernación de todas las tierras que descubriese y –además- la décima parte de las riquezas halladas.
Todo estuvo listo y, el 3 de Agosto de 1492, Colón partió del Puerto de Palos con tres embarcaciones. Pasados más de dos meses de navegación, avistaron tierra. Creyeron haber llegado a las Indias Orientales, pero en realidad se habían topado con un continente desconocido, América, aunque no serían conscientes de ello por un buen tiempo.
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