Extraído del libro del mismo título de la escritora Jilly de Coca, traigo a ustedes las memorias de Don Benito Juárez, recupearadas en el Archivo General de la Nación, de una libreta simple de 12 x 17 cm. sobre la cual el gran estadista y politico deja ver su lado humano, amor a sus hijos, vida conyugal, así como su pasión y predisposición de servicio a su país.
Titulado simplemente:
Apuntes para mis hijos
1806-1846
NIÑEZ, FORJA Y PENSAMIENTO
"...En 21 de marzo de 1806 nací en el pueblo de San Pablo Guelatao de la jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán en el estado de Oaxaca. Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país, porque apenas tenía yo tres años cuando murieron, habiendo quedado con mis hermanas María Josefa y Rosa al cuidado de nuestros abuelos paternos Pedro Juárez y Justa López, indios también de la nación zapoteca, Mi hermana María Longinos, niña recién nacida pues mi madre murió al darla a luz, quedó a cargo de mi tía materna Cecilia García. A los pocos años murieron mis abuelos, mi hermana María Josefa casó con Tiburcio López del pueblo de Santa María Yahuiche; mi hermana Rosa casó con José Jiménez del pueblo de Ixtlán y yo quedé bajo la tutela de mi tío Bernardino Juárez, porque mis demás tíos: Bonifacio Juárez había ya muerto, Mariano Juárez vivía separado con su familia y Pablo Juárez era aún menor de edad..."
"Como mis padres no me dejaron ningún patrimonio y mi tío vivía de su trabajo personal, luego que tuve uso de razón me dediqué hasta donde mi tierna edad me lo permitía, a las labores del campo. En algunos ratos desocupados mi tío me enseñaba a leer, me manifestaba lo útil y conveniente que era saber el idioma castellano y como especialmente para la clase indígena adoptar otra carrera científica que no fuese la eclesiástica, me indicaba sus deseos de que yo estudiase para ordenarme. Estas indicaciones y los ejemplos que se me presentaban en algunos de mis paisanos que sabían leer, escribir y hablar la lengua castellana y de otros que ejercían el ministerio sacerdotal, despertaron en mí un deseo vehemente de aprender, en términos de que cuando mi tío me llamaba para tomarme mi lección, yo mismo le llevaba la disciplina para que me castigase si no la sabía; pero las ocupaciones de mi tío y mi dedicación al trabajo diario del campo contrariaban mis deseos y muy poco o nada adelantaba en mis lecciones. Además, en un pueblo corto, como el mío que apenas contaba con veinte familias y en una época en que tan poco o nada se cuidaba de la educación del a juventud, no había escuelas; ni siquiera se hablaba la lengua española, por lo que los padres de familia que podían costear la educación de sus hijos los llevaban a la ciudad de Oaxaca con ese objeto, y los que no tenían la posibilidad de pagar la pensión correspondiente los llevaban a servir en las casas particulares a condición de que los enseñasen a leer y a escribir. Canción que se adoptaba generalmente no sólo en el pueblo, sino en el distrito de Ixtlán, de manera que era una cosa notable en aquella época, que la mayor parte de los sirvientes de la casa de las casas de la ciudad era de jóvenes de ambos sexos de aquel distrito. Entonces más bien por estos hechos que yo palpaba que por una reflexión madura de que aún no era capaz, me forme en la creencia de que sólo yendo a la ciudad podría aprender, y al efecto inste muchas veces a mi tío para que me llevase a la capital; pero sea por el cariño que me tenía, o por cualquier otro motivo, no se resolvía sólo me daba esperanzas de que alguna vez me llevaría..."
"... Esta indicación me fue muy penosa, tanto por la repugnancia que tenía a la carrera eclesiástica, como por la mala idea que se tenía de los que los sacerdotes que sólo estudiaban gramática latina y teología moral y a quienes por este motivo se ridiculizaba llamandolos "padres de misa y olla o lárragos..."
Deja vacío un lapso de tiempo en el que se convierte al amparo de don Antonio Maza, en cuya casa su hermana María Josefa servía como cocinera y donde conoce a Margarita su futura esposa, en un joven idealista, soñador, alocado yun poco aficionado a las veladas nocturnas, pero también es un estudiante aventajado y casi modelo.
"... El 31 de julio de 1843 me casé con doña Margarita Maza, hija adoptiva de don Antonio Maza y de doña Petra Parada. En 1844 del señor gobernador del estado, el general don Antonio León me designó secretario del despacho de gobierno y a la vez fui electo vocal suplente de la Asamblea departamental. A los pocos meses se procedió a la renovación de los magistrados del Tribunal Superior del Estado, entonces departamento porque regía de forma central en la nación y fui nombrado oficial segundo del mismo. En el año 1845 se hicieron elecciones de diputados a la Asamblea Departamental, y yo aparecí como uno de tantos..."
"... En el mismo año fui nombrado ayudante del comandante general don Isidro Reyes, que defendió la plaza contra las fuerzas del general Canalizo, pronunciado por el Plan de Religión y Fueros iniciando por el coronel don Ignacio Escalada en Morelia..."
"... En enero de 1834 me presenté a examen de jurisprudencia práctica ante la Corte de Justicia del Estado y fui aprobado expidiéndoseme el título de abogado..."
Volvemos a deducir que el ahora abogado Juárez era un individuo hiperactivo y dinámico al cual el ejercicio de su profesión, estudios y pasión por los quehaceres nacionalistas no le agotaban en lo absoluto. Aunque por corta temporada, por estas fechas es nombrado magistrado interino de la misma Corte. Al ser destituida la administración de Valentín Gómez Farías caen con él los poderes públicos de Oaxaca, y Juárez es confinado a la ciudad de Tehuacán; pronto es revocada tal instrucción y vuelve a Oaxa aa dedicarse a su profesión. En 1834 sustituye la cátedra de derecho canónico y es en esos días cuando sufre su primera detención física debido a aun litigio, es conducido a Miahuatlán, el motivo es que se le acuso de sublevar a los vecinos de Loxicha, y ahí permanece por espacio de nueve días.
Se establece la administración liberal y con ello, aparte del ejercicio práctico de su profesión, es nombrado juez de primera instancia del ramo civil y de hacienda de la capital del estado.
Hasta aquí dejamos esta primera entrega y les invitamos a buscar las próximas en este mismo sitio, donde abordaremos la ideología y sucesos relevantes en la transformación de nuestro país moderno.
Fuente: Juárez, el gran plebeyo de la azul montaña de Jilly de Coca.
"... Esta indicación me fue muy penosa, tanto por la repugnancia que tenía a la carrera eclesiástica, como por la mala idea que se tenía de los que los sacerdotes que sólo estudiaban gramática latina y teología moral y a quienes por este motivo se ridiculizaba llamandolos "padres de misa y olla o lárragos..."
Deja vacío un lapso de tiempo en el que se convierte al amparo de don Antonio Maza, en cuya casa su hermana María Josefa servía como cocinera y donde conoce a Margarita su futura esposa, en un joven idealista, soñador, alocado yun poco aficionado a las veladas nocturnas, pero también es un estudiante aventajado y casi modelo.
"... El 31 de julio de 1843 me casé con doña Margarita Maza, hija adoptiva de don Antonio Maza y de doña Petra Parada. En 1844 del señor gobernador del estado, el general don Antonio León me designó secretario del despacho de gobierno y a la vez fui electo vocal suplente de la Asamblea departamental. A los pocos meses se procedió a la renovación de los magistrados del Tribunal Superior del Estado, entonces departamento porque regía de forma central en la nación y fui nombrado oficial segundo del mismo. En el año 1845 se hicieron elecciones de diputados a la Asamblea Departamental, y yo aparecí como uno de tantos..."
"... En el mismo año fui nombrado ayudante del comandante general don Isidro Reyes, que defendió la plaza contra las fuerzas del general Canalizo, pronunciado por el Plan de Religión y Fueros iniciando por el coronel don Ignacio Escalada en Morelia..."
"... En enero de 1834 me presenté a examen de jurisprudencia práctica ante la Corte de Justicia del Estado y fui aprobado expidiéndoseme el título de abogado..."
Volvemos a deducir que el ahora abogado Juárez era un individuo hiperactivo y dinámico al cual el ejercicio de su profesión, estudios y pasión por los quehaceres nacionalistas no le agotaban en lo absoluto. Aunque por corta temporada, por estas fechas es nombrado magistrado interino de la misma Corte. Al ser destituida la administración de Valentín Gómez Farías caen con él los poderes públicos de Oaxaca, y Juárez es confinado a la ciudad de Tehuacán; pronto es revocada tal instrucción y vuelve a Oaxa aa dedicarse a su profesión. En 1834 sustituye la cátedra de derecho canónico y es en esos días cuando sufre su primera detención física debido a aun litigio, es conducido a Miahuatlán, el motivo es que se le acuso de sublevar a los vecinos de Loxicha, y ahí permanece por espacio de nueve días.
Se establece la administración liberal y con ello, aparte del ejercicio práctico de su profesión, es nombrado juez de primera instancia del ramo civil y de hacienda de la capital del estado.
Hasta aquí dejamos esta primera entrega y les invitamos a buscar las próximas en este mismo sitio, donde abordaremos la ideología y sucesos relevantes en la transformación de nuestro país moderno.
Fuente: Juárez, el gran plebeyo de la azul montaña de Jilly de Coca.
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