Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte, para no verte tanto,
para no verte siempre en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
OJALA (La mejor canción escrita para una mujer, por Silvio cuando tenía 18 años y dedicada a su primer amor)
de SILVIO RODRIGUEZ
Si bien es cierto la mujer en su conquista de derechos e igualdad ha ido avanzando, aún quedan muchas áreas de desarrollo en el mundo en los cuales el papel de la mujer continúa siendo relegado.
Los avances que ha obtenido la mujer en el ámbito social, político, deportivo, artístico, cultural, educativo, modas, científico, letras, profesional, financiero, empresarial, ejecutivo, trabajo, etc., etc., han sido muchos, y aunque no han sido debidamente reconocidos estos avances y aún les falta mucho terreno por conquistar sigue manteniéndose una cotidiana lucha porque se respeten sus derechos.
En la sociedad antigua el matriarcado fue la primera organización social de los pueblos antiguos, la deidad y la presencia de la mujer era determinante en la sociedad primitiva, en esta fase el hombre vivió originalmente en un estado de promiscuidad sexual, la cual excluye cualquier certeza de la paternidad, y el parentesco solamente se guiaba en la línea femenina, y las madres eran los únicos padres de la generación joven, esto determino una posición de tan alto respeto y honor que se convirtió en la fundación del Matriarcado, mas adelante en el desarrollo social se llevo a cabo una transición a la monogamia, por la que la mujer pertenece a un solo hombre, lo que da pie al Patriarcado, por ende la mujer pierde poder social, y político y se le obliga a tomar un papel mas hogareño para el cuidado de los hijos y la recolección de alimentos y su elaboración para el consumo familiar.
Ahora bien, en nuestra sociedad patriarcal y machista el lugar de la mujer ha sido relegado a la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano. Y quizás el único rango matriarcal importante que tiene es el de la Virgen de Guadalupe la cual evoca directamente en la Madre de familia, pero este icono femenino solo existe dentro del terreno de la devoción y no alcanza a instaurar una nueva estructura matriarcal, porque no es una figura de autoridad sino de maternidad. Y aquí el mexicano macho entra en contradicción, ya que respeta mucho a la madre, pero golpea a su pareja. A la madre no se le toca porque se le clasifica dentro de la categoría de lo sagrado, a la que la pareja no pertenece, y no es la figura femenina que reina en el corazón del mexicano, donde el orden patriarcal y el abuso a las mujeres es cotidiano.
Existen en México leyes que refuerzan el ideal machista del mexicano, como el establecimiento de la penalización de dos días a dos años de cárcel al hombre que mate a su mujer, por “cuestiones de honor”, o la ley que exime al que comete estupro o rapto si este contrae matrimonio con su victima. Y en el terreno religioso, solo basta recordar las recomendaciones del Arzobispado de México hacia las mujeres para que estas no usen ropa provocativa, ya que estas estimulan el eros del hombre.
Se estima
que en México una de cada tres mujeres ha sido sometida a abuso emocional severo, y de ellas, al menos 10 por ciento enfrenta una agresión grave, y están inmersas en relaciones de abuso y maltrato constante.
De cada 100 mujeres de 15 años y más, 43 indican haber vivido situaciones de violencia emocional, física o sexual en su último vínculo con una pareja, a lo que se suma que cada año se realizan 3 mil divorcios principalmente por la violencia intrafamiliar.
En los casos en que existe violencia no sólo influyen aspectos sicológicos, también hay un factor social, pues la relación de pareja se establece de manera inequitativa, desigual y jerárquica. Las conductas y actitudes destructivas se dan en varias relaciones, pero en las que se construyen en el matrimonio tienden a ser fácilmente reproducidas.
Los efectos de la violencia en la pareja, que afecta principalmente a las mujeres, al menos 19.4 por ciento de las víctimas dejó de comer, 15.6 por ciento ya no salió de
casa; 12.1 dejó de ver a sus familiares y amigos, mientras que 5.4 por ciento ya no estudió. A ello se suma que al menos 48 por ciento de las mujeres afectadas por la violencia sintió tristeza, aflicción o depresión; 20 por ciento padeció insomnio y 23.5 por ciento tuvo pérdida o aumento del apetito, y 31.3 por ciento tuvo problemas nerviosos.
En resumen existe una creciente agresividad hacia las mujeres mexicanas y recordemos que la crueldad contra seres vivos es parte del proceso educativo en la deshumanización.
Afonso Nava Alfondiabolo
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