La mayoría de nosotros ha sufrido de desamor, y en la mayoría de los casos, las personas no saben qué hacer en esos momentos sin su otra mitad. Otro gran problema es que cuando empiezas a vivir sin esa persona especial, probablemente ya no sabes ¿quién eres?
¿Pero en realidad creces cuando tienes una relación amorosa? Existe la teoría de la autoexpansión, la cual asegura que el crecimiento personal es más que un interés superficial de las personas que leen demasiados libros de autoayuda. Al estar enamorado sientes como si estuvieras creciendo, y como si tu sentido del yo se expandiera.
Y esto podría tener algo de sentido: Cuando uno comienza a salir con alguien, una de las partes más emocionantes de toda la novedad es la forma en que se expande tu mundo, simplemente por ser tu mismo. De repente te preocupas mucho más de lo que solías hacer, y haces una experiencia personal de ello.
Todo esto es encantador cuando estás con alguien que te ayuda a sentirte si tu sentido del yo estuviera creciendo y mejorando. Pero entre más “amor” más dolor al momento de la ruptura.
Si bien, el comienzo de una relación es una forma confiable para ayudar a expandir tu identidad propia, el fin de una relación amenaza con hacer lo contrario.
Un estudio publicado Science of Relationships, asegura que la gente reporta sentir que sus conceptos de sí mismos se contraen cuando están en la agonía de una ruptura, al mismo tiempo tienden a sentirse inseguros acerca de quiénes son ahora.
Lo que nos ayuda a explicar por qué las rupturas inesperadas pueden ser tan inquietantes. La mayoría de las veces las pérdidas derrumban nuestra auto-confianza, y la identidad propia.
Afortunadamente, este sentimiento también nos hará salir de la oscuridad: Las pérdidas nos ayudan a centrarnos en la restauración del autoconcepto, ya sea haciendo las cosas que amabas o probando cosas nuevas. Y si estás pasando por esto recuerda que cada fin es un nuevo comienzo.
Fuente: Muy Interesante
Y esto podría tener algo de sentido: Cuando uno comienza a salir con alguien, una de las partes más emocionantes de toda la novedad es la forma en que se expande tu mundo, simplemente por ser tu mismo. De repente te preocupas mucho más de lo que solías hacer, y haces una experiencia personal de ello.
Todo esto es encantador cuando estás con alguien que te ayuda a sentirte si tu sentido del yo estuviera creciendo y mejorando. Pero entre más “amor” más dolor al momento de la ruptura.
Si bien, el comienzo de una relación es una forma confiable para ayudar a expandir tu identidad propia, el fin de una relación amenaza con hacer lo contrario.
Un estudio publicado Science of Relationships, asegura que la gente reporta sentir que sus conceptos de sí mismos se contraen cuando están en la agonía de una ruptura, al mismo tiempo tienden a sentirse inseguros acerca de quiénes son ahora.
Lo que nos ayuda a explicar por qué las rupturas inesperadas pueden ser tan inquietantes. La mayoría de las veces las pérdidas derrumban nuestra auto-confianza, y la identidad propia.
Afortunadamente, este sentimiento también nos hará salir de la oscuridad: Las pérdidas nos ayudan a centrarnos en la restauración del autoconcepto, ya sea haciendo las cosas que amabas o probando cosas nuevas. Y si estás pasando por esto recuerda que cada fin es un nuevo comienzo.
Fuente: Muy Interesante
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