martes, 19 de julio de 2016

El doctor le dijo que mantuviera el embarazo en secreto porque su bebé podrdía morir.

Kate Lucas y su marido ya han criado a 2 niños pero un día deciden tener otro hijo. Pronto el test de embarazo da positivo y el ginecólogo bromea: “¡Escuchemos el latido del corazón para ver si solo es uno! ” Durante la ecografía, el doctor levanta dos dedos. Kate no entiende qué quiere decir ese “símbolo de la paz” y le pregunta. “¡Son dos!” responde el doctor. Pero esa no es la única noticia que Kate recibe.


Los embriones se separaron por primera vez entre 8 y 13 días tras la inseminación, lo que significa que no hay una membrana protectora entre los dos niños. Si esto se hubiera producido uno o dos días más tarde, los bebés hubieran sido probablemente gemelos unidos. Pero este embarazo general monocorial también conlleva otros riesgos: los cordones umbilicales pueden convertirse en armas mortales, porque las posibilidades de enrollarse, causando estrangulamiento u obstrucción son muy altas. Estos gemelos extraordinariamente únicos tienen unas posibilidades de supervivencia de un 50%.

Por este motivo, el médico aconseja a la preocupada mujer que mantenga su embarazo en secreto y que deje que la naturaleza siga su curso. La futura mamá cambia de médico inmediatamente. Cuando cumple la 28 semana de embarazo, Kate ingresa en el hospital, donde pasa 5 semanas luchando por que sus bebés sobrevivan. Finalmente los médicos le realizan una cesárea. Cuando los doctores ven los cordones umbilicales, el silencio en la sala de partos es sepulcral.



Los dos cordones umbilicales, el hilo que une a los bebés a la vida, están completamente enrollados el uno con el otro: ¡como una única trenza! ¡Es increíble que no se produjera ninguna obstrucción y que las dos pequeñas sobrevivieran! Pero eso no es todo.



Las gemelas son muy pequeñas y están por debajo del peso adecuado puesto que han nacido prematuramente. ¡Pero están completamente sanas! El parto fue provocado en el momento justo. Si los médicos hubieran esperado más, los cordones umbilicales hubieran roto la unión entre los bebés y la madre, y por tanto, sus vidas.



Las dos prematuras gemelas ni siquiera necesitan incubadora o ventilación, aunque permanecen en cuidados especiales. Finalmente, las gemelas pueden irse a casa. Solo un 1% de los embarazos gemelares son monocoriales y estas hermanas pertenecen a un tipo de gemelos muy poco estudiado hasta la fecha.



Sin embargo, lo que es seguro es que Harper y Cleo, que ahora tienen 8 años, son grandes amigas pese a sus personalidades completamente diferentes. Su dificultosa llegada al mundo parece estar olvidada.



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